Belleza y arte se unieron por primera vez en 1853 en un estudio. El pintor Eugéne Delacroix y el fotógrafo amateur Eugéne Durieu se aliaron para llevarla a cabo en París. La modelo de espaldas, ligeramente tapada, seguramente sería una prostituta de la época, ya que se valieron de mujeres de esta profesión para el reportaje. Esta serie de fotografías de desnudos sirvieron como modelo para el pintor parisino Delacroix, que quedaron plasmadas en sus dibujos. Esta fotografía constituye uno de los legados artísticos más importantes de los inicios de la fotografía de desnudos.
Bel Perales
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